La fiesta que no fue
Lectores RETROVISIONES - 28/08/2012A principios de este año, la ACTC había anunciado una gran fiesta para celebrar los 75 años de la categoría. Dicho festejo incluía un pomposo desfile de viejas glorias mecánicas, paracaidistas, figuras emblemáticas e incluso una exhibición de aviones Mirage de la Fuerza Aérea Argentina. La entrada general, gratis “para todos y todas” (¿un guiño al evento del TC 2000 en el callejero de Buenos Aires?).
Desde hace largo tiempo, yo vengo medio desilusionado con el automovilismo autóctono. Playoffs, penalizaciones, lastres, tragedias sin autocrítica, categorías monomotores y demás yerbas hacen crecer la nostalgia por las viejas épocas del TC en ruta o por las épicas batallas entre la XR4 y la Fuego en el TC 2000. Solo el Turismo Nacional conserva algo de aquel automovilismo donde el más veloz del sábado largará en punta el domingo y deberá mover las muñecas con mucho entusiasmo para ganar la carrera, además de contar con un buen presupuesto para el chapista del lunes.
Pero como la nafta tira (nafta súper, aunque ya no sé de qué octanaje real) decidí darme una vuelta por el Gálvez para presenciar la celebración. Don Zeus había decidido lo mismo que yo y al descubrir el penoso estado en que se encuentra el autódromo porteño, echó a llorar sin parar durante todo el viernes, por lo que ese día hubo que suspender la actividad. El sábado llegué bien tempranito acompañado por un amigo, mochila al hombro que incluía el mate, la radio y la cámara de fotos, elementos indispensables para cualquier teceísta de ley.
Apenas traspasamos el mítico arco de entrada, nos topamos con un puesto de souvenirs y le pregunté al vendedor si tenía pantaneras para las zapatillas, ya que las mías no cuentan con doble tracción. Mientras le quitaba la etiqueta del precio que rezaba 40 australes a una gorrita de Emilio Satriano y se la cambiaba por otra de 100 pesos, me respondió, sin mirarme y con una seguridad digna de Odol Pregunta: “en un rato me llegan”, razón por la cual decidí no esperar y me lancé a la aventura de arribar al puesto de acreditaciones, sin malacate. Al llegar a la carpa, previo depósito de cuatro billetes de Roca, recibí la mágica pulserita que permite el ingreso a los más recónditos lugares del circuito. Ahí nomás se nos presentó la primera gran duda freudiana del sábado: ¿ingresamos por el palco o por el túnel? Echamos una moneda a la suerte para decidir, cayó en el barro y no pudimos encontrarla, así que tras breve discusión nos preparamos para la ardua tarea de intentar llegar a los boxes cruzando el histórico túnel de a pie. Grande fue nuestra sorpresa al no encontrarnos con la clásica pileta, lo cual me hizo reflexionar acerca de los trabajos de reacondicionamiento que se realizaron en estos últimos años. Evidentemente, el regreso de la Fórmula 1 a nuestro país no parece tan lejano como lo pintan…
No hubo mucho brillo el sábado. Podría decirse que debido a la garúa que molestaba pero no llegaba a mojar (como un viejo conocido que no suele tener éxito con las féminas) fue una jornada gris. Poca gente, mucho frío y nulo festejo. Litros de mate para combatir la monotonía y alguna que otra promotora para entretener la vista en boxes, lejos de incidencias de alerones y motores al descubierto. Seguramente, el domingo todo sería diferente, o al menos eso era lo que todos esperábamos…
Domingo: que fantástica, fantástica esta fiesta…
Siete de la matina, niebla importada de los olímpicos de Londres, frío tolerable y gente por todos lados. La magia del TC todo lo puede. Una entrada gratis, también. Excelente idea, sobre todo si se hiciera con mayor asiduidad y en los circuitos de todo el país. Colaboramos alegremente con 70 pesos para estacionar el auto en un lugar digno de ser transitado por el Dakar y otra vez a desandar el camino hasta los boxes. Como todavía estaba medio dormido, pensé que lo que veía era un espejismo, pero no, no lo era. ¡Volvió la pileta al túnel! ¿Cómo y cuándo? No pudimos averiguarlo así que, abrazados a las columnas y emulando a los participantes de Telematch, cruzamos por el medio, rogando que no apareciese ningún piloto apurado por ingresar. El clima hizo que todo el cronograma se retrasara una hora. “La niebla es culpa del Gobierno de la Ciudad”, aseveraba un político que decía seguir al TC “desde la cuna” mientras sus guardaespaldas le explicaban que las carrocerías de los autos que ponderaba habían dejado de fabricarse hace más de veinte años.
A medida que se disipaba la niebla, las tribunas se dejaban ver con un muy buen marco de público. Llenas, no desbordantes y definitivamente lejos de las 78 000 almas declaradas por radio. Tres series para el bostezo, unos buenos amargos con churros rellenos, la final del TC Pista y finalmente, lo que tanto esperábamos todos: los festejos. A priori, nos resultó extraño que no haya habido una sola mención al más grande piloto de todos los tiempos, quíntuple de Fórmula 1, bicampeón de TC y primer campeón con Chevrolet. Nada, ni siquiera una réplica de algún auto del Chueco. Misma intrascendencia para quienes le dan nombre al autódromo. Apenas dos autos, impecablemente presentados. Muy escueto. Quienes fueron campeones de la categoría, quienes no lo fueron pero forman parte de la historia y todavía están entre nosotros, ¿acaso no dejaron su impronta? Y no puedo ahora nombrarlos a todos pero pilotos de la talla de Cupeiro, Traverso, Marincovich, Pairetti y tantos otros no son figuras como para despreciar en cualquier evento fierrero, al igual que nombres como Berta, Herceg, Pronello, Baudena, Wilke, Pedersoli…
Sí hubo autos de diversas épocas, mezclados entre originales y réplicas, algunos en excelente estado, otros no tanto. Un par de vueltas para la foto, algunos fanáticos emocionados y otros que no entendían qué hacía una Ferrari girando delante de una cupecita. ¿Qué siguió? Body painting en la recta principal, con dos pulposas señoritas que no eran promotoras de Atma precisamente, y que desplegaron su voluptuosidad y carisma a cambio de cariñosos saludos repletos de amor y ternura desde la popular. Cuando los niveles de testosterona marcaban 9500 rpm con riesgo de bielazo, aparecieron ¡75 niñas porristas! (sin humo, no confundir) bailando alegremente cual carnaval carioca musicalizado por el Puma Rodriguez. Más saludos desde la popu para las adolescentes, alguna que otra propuesta matrimonial lanzada por el desubicado de siempre y a otra cosa. ¿Algo más? Sí, los dos Mirage que volaron por encima de nosotros en un par de oportunidades, un paracaidista con su correspondiente paracaídas, Juan Darthés y Leo Montero en la calle de boxes preguntando si punta y taco era una un local de compostura de calzado, fuegos artificiales y un breve discurso de la gente de la ACTC para las cámaras. Nada más.
Casi me olvido: después, se corrió la final…
En la semana posterior al evento se modificó el reglamento y, al igual que en 2008, se hizo sin previo aviso y de manera autoritaria, lo cual le quita credibilidad a esa transparencia que pregonan quienes manejan el circo. Dentro de un lustro, el TC cumplirá 80 años de vida. Quizás sea ese el tiempo que la dirigencia actual necesita para organizar algo acorde con el linaje de la categoría, que no es de ellos sino de todos nosotros. El TC tiene su lugar bien ganado dentro de la historia deportiva de nuestro país. Si no se respeta esa historia, se corre el riesgo de perder el rumbo. Si se pierde el rumbo, puede que muchos de nosotros, que conocimos y aprendimos a amar a los fierros subidos sobre los hombros de nuestros padres, no podamos hacer esa especie de simbiosis mecánica de igual manera con nuestros hijos, que no son otra cosa que el futuro de esta pasión.
Adrián Vernazza.-
Fecha: 28/08/2012
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Adrián, usted es un desconsiderado que no rescata que tengamos aún dos Mirage en condiciones de volar! Sin haber ido a la carrera comparto todo lo escrito sobre los manejos del (negocio del) automovilismo, las categorías monomotoresy la decadencia en general. Con respecto a los olvidos, será que Pacho y Felipe están reescribiendo la historia del automovilismo…
jose del castillo
Adrian, te fijaste si los Mirage eran argentinos o serían de los que nos prestó Perú?
Daniel.M
Asi es el TC, un show, un show para la gente que no es amante del automovilismo de corazon, soy hincha de Ford, sin enbargo me parece una barbaridad la forma en que cambiaron de un plumazo el reglamento a mitad de temporada, de la misma forma que lo hicieron en el 2008, por esas cosas es que ya no lo sigo
Ale06
Argentina es el reino del «Si hubiesemos…»
Siempre en potencial, nunca en presente.
Papanuel
Yo me acuerdo cómo se llenaba el autódromo en la época dorada de los 504 vs 125. Y ni habñar de los festivales de apertura y cierre en los que corrían todas las categorías desde los 3Cv Standard hasta el Tc pasando por todas las MAF y el TN. Año ’76 ó ’77. Glorioso
Chiquito
Muy buen relato Adrian, estoy de acuerdo con vos.
el TC se convirtio en un reality en el cual lo único que interesa es el rating aunque por tele le sigan ganando los simpson y tratar de llevarse lo mas posible de la torta, ya lo demostraron con nos nuevos cambios reglamentarios o con la nueva disposicion en la cual si queres hacer un auto para cualquiera de sus 4 categorías se lo tenes que comprar a ellos.
por mi parte la categoría que mas me gusta en la actualidad es el TN
autos con sus estructuras originales, con desarrollos sobre sus motores, sin tanta aerodinamia. y en cada carrera dan espectaculos maravillosos.
saludos Chiquito.
angel meunier
Adrián Vernazza:coincido un 100%con Ud.
Saludos.
Papanuel
La cereza del postre: la ACTC PROHIBIÓ la construcción de nuevos autos. Sólo podrán hacerse después de solicitarlos a la ACTC si ésta lo autoriza. Ya dan risa.
hector daniel
Recuerdo cuando una carrera asi era tapa de los diarios ahora para ver por curiosidad quien gano hay que ir a la pagina 25 y buscar el recuardito… Pero algo para nosotros los retros es la unica categoria que ademas de carrocerias de hace 30 años usa carburadores,motores varilleros,y hasta neumaticos convencionales (no llegaron aun a las radiales) vendidos poe NA es es decir por Aventin… Con estas categoria no nos quejemos que ninguno de nuestros pilotos llegue a la F1 . Por ultimo me parece que si la AFIP los investiga como a los futbolistas no queda ninguno …..
biposto
Estimados
Todos estamos sintiendo lo mismo, pero lamento estar convencido de que no tiene solución. A la dirección de la categoría le cierra perfecto el formato, y van a «profundizar el modelo»… porque la gente que va y paga la entrada no ve lo que vemos nosotros. Creo que hice un paralelismo sin querer… no?
Acuerdo totalmente con el relato.
Ese fin de semana, a última hora del sábado me llama un amigo para decirme que tenía entradas, algo al pedo porque era gratis y nosotros ni lo sabíamos con lo cual fui a acompañarlo con la sola premisa de ir justo antes de la final para no tener que soportar los comentarios de la tribuna mas allá de lo necesario. Imaginen que si los lectores de RTV nos fastidiamos con lo descripto por Adrián, es inviable digerir los comentarios ultratécnicos que se escuchan.
Para muestra basta un botón y me despido con el comentario del chimpancé que estaba atrás mío agitando entusiasmadísimo una bandera de Chevrolet (juro que no es tendencioso, simplemente tiene que ver con el fin del relato) cuando aparece en pista un Camaro Blanco último modelo. El Camaro se detiene cerca de la tribuna 15 para saludar y …. NADA… no se escucha nada… pensé que la 15 no lo había visto porque suelen aplaudir cualquier cosa que tenga el escudo del moño. Intuí que era demasiada gente necesitando anteojos hasta que el agitador de banderas detrás mío dice «que fierro papá… que será?… parece un Alfa Romeo»
BINGO MUCHACHOS. Podemos escribir mucho mas.
Con razón hacía 9 años que no iba al TC.
Saludos.
"Pepe" Busso
No nos engañemos más, el «TC» no lo es más, son caños con chapas que dan forma de auto, Ford, Chevy, etc. solo los motores conservan sus nombres, pero de originales no tiene nada, reglamentos que no se cumplen hasta el final de la temporada. Pilotos llorones (Ej. Pato Silva y otros) Es un negocio exclusivo para Aventín y su comandita que se llenan la boca de la paridad del «TC».Y tambien los bolsillos.
Totalmente de acuerdo la categoría hoy es el TN que conserva toda la autenticidad. El Super TC 2000 otra mentira carrocerias todas distintas que falsean a la verdad ya que los impulsores son todos iguales V8. A los que estabamos acostumbrados al automovilismo de los años de explendor, poco a poco nos estan dejando sin nada. solo privan los intereses economicos y mediaticos con el Gobierno de turno. Adelante automovilismo para todos y todas, jajajajajaja.
gallego chico
Muy de acuerdo con el Sr. Busso. Por otra parte, seguro que eran Mirage y no Piper reformados???
Tete
El TC hoy es un negocio del Puma Aventín, cualquier elemento que uno quiera comprar tiene que pasar por un proveedor «habilitado» por la ACTC, lease, Oscar o Tony aventin. Un ejemplo, la fabrica de neumaticos NA carrera que usa el TC, es propiedad de aventin, el automovilismo fue robado por un conjunto de delincuentes que asociados a otros delincuentes como lo es el gobierno de turno arman un circo de automovilismo para todos, artificial y sin corazon. esperen a que hagan una tapa para las 4 marcas, va a ser peor.
Hoy por hoy lo único que se puede ver es el TN el resto es basura
Fede44
Excelente nota, de acuerdo en todo. y….
QUE SE VAYAN TODOS !!!
gsmanzi
Coincido al 100% con Adrián y el resto de los comentarios.
El TC desde el punto de vista mecánico nunca fue muy de mi agrado. Siempre preferí categorías de monopostos. Pero debo reconocer que tuvo un folklore y arraigo popular único. Cada carrera era una fiesta popular, con su liturgia propia compuesta por el asado, mateada, escuchar la radio, las peñas, los pilotos preparadores, autos emblemáticos con nombre propio (La galera, el tractor, la coloradita, la negrita, el chevitú y tantísimos más) Pilotos que eran ídolos indiscutidos.
Hoy la familia, las barras de amigos, fueron reemplazados por barrabravas, las peñas por superequipos, los pilotos preparadores por muñequitos de simulador -salvo Próspero Bonelli- los autos por jaulas de caños que vestidas de chapa y plástico tienen el techo y media puerta de Chevy, Ford, Dodge o Torino… Idolos? yo no los encuentro.
Ni hablar de los disparates como el play off, los lastres, los cambios arbitrarios de reglamento -algunos dicen que a pedido de cierto ministro-, sanciones disparatadas, y sanciones «de por vida» que duran unos meses. La dirigencia es impresentable, soberbia, necia, ciega y carente de la más mínima autocrítica. Y cuenta con el silencio cómplice de los pilotos. Cualquier aficionado al automobilismo que sea una persona de bien, debería darle la espalda a toda esta cosa turbia que es el TC actual.
GRAHAM 30
Me resulta inevitable realizar un paralelismo con lo que pasaba exactamente hace 50 años atrás. Los autos de TC de entonces ya habían dejado de ser lo que habían sido. Los motores provenían de los compactos o utilitarios de las fábricas (Chevrolet 250, Dodge Slant Six, F100), las carrocerías en muchos casos eran construidas especialmente siguiendo la línea de una cupecita. Los chasis (Meunier por ejemplo) nada tenían que ver con la realidad.
Por supuesto en esos años también se decía que el Turismo Mejorado era la categoría que conservaba la autenticidad, el amateurismo (salvando las distancias como hoy se hace referencia al TN).
Y el público, en su gran mayoría del interior de la Pcia. de Buenos Aires, creo no tenía la menor idea cuando se encontraba con un auto sport de pura raza, si era un Jaguar, Ferrari, Aston Martin. Es más, la categoría sport era menospreciada por completo, reservada a un rol secundario, elitista. Apenas lo realizado por Sáenz Valiente en Tres Arroyos en 1954 y 1955 cuando con las Ferrari 4,5 y 5 litros les había pegado una «paliza» de aquellas a los «gloriosos TC».
Los tiempos cambian, seguro el circo de hoy no tiene comparación, pero que conste que el TC de principios de los 60 tampoco iba a ser la categoría que iba a formar pilotos de F1.
Por eso en mi opinión, estamos viendo una remake de una película que ya vimos hace 50 años, en esa época en blanco y negro, hoy en 3D.
Juancega
Graham: Suscribo totalmente lo que escribe. Sólo agregaría que el TC tuvo tres etapas «sinceras»:
Al principio (años 30/40), cuando corrían cn autos casi de calle.
A fin de los 60 y principio de los 70 cuando se hicieron liebres; Halcones, Huayras y Baufer.
Cuando crearon el TC formula «A» con motores y autos poco preparados (principio de los 70). Fuera de esos períodos, que fueron muy cortos, me parece que ha sido una gran mentira automovilística.
mfproducciones
Adrian justo hace 1 año para la fecha de agosto tuve la oportunidad de asistir a ver el tc, fecha que sera recordada como la tarde en la que JOSE CUERVO metio mano y se despidio del TC. Me acuerdo que mirando desde boxes hacia la tribuna de la recta no habia nadie, y la gente comentaba la malaria que habia en la categoria. Hoy mirando la fecha de los 75 años la respuesta me la diste vos, la unica manera de llenar la Gral, es entrada gratis para todas y todos. Y casualmente hoy miercoles tuve que ir al autodromo a buscar un pago, lo vi completamente vacio, y recorriendolo con un allegado , me pregunte como pueden seguir corriendo ahi es calamitoso el estado, sin ir mas lejos 1 mes atras,un fiat 128 golpeo a la altura del tunel pasando por encima de las cubiertas ( que estaban sueltas) pasando por arriba del alambrado y cayendo justo en la calle del tunel, gracias a dios no lo transitaba nadie, y no tuvimos que lamentar una cruz mas en el cementerio fierrero. En cuanto a las categorias, perece ser que estamos todos de acuerdo el TN es lo que mas nos gusta, y yo que pense que los domingos era uno de los pocos locos que miraba las 2 clases…
Conclusion: Antes TC significaba Turismo Carretera hoy TC significa Turismo Cartera $$$$$$$$$$ : aventin+los K.
Papanuel
LA AFIP nunca los va a tocar porque lavan para la corona. Aventin, Aventín… ya nadie se acuerda de la nafta «pastorizada? Y no le fueras a comprar un auto de su agencia de la Av. Yrigoyen en Morón, jeje. El ¿deporte? es fiel reflejo de lo que es un país. Pero tengo fe. Ya nos estamos hartando.
Tete
Estimado Papanuel, lo de la AFIP frente el TC ya es gracioso, rompen las guindas a todos los contribuyentes por que uno paga el IVA 3 horas despues del vencimiento, ahora el «curro» del IVA con la publicidad en el TC ni se les pasa por la cabeza tocarlo, les aseguro que si se ponen a investigar no queda un solo equipo en pié.
En cuanto a la nafta del puma… segun me contaron estos dos pincharon un caño de combustible por donde se curraban la nafta que luego vendian, el tipo y su hermano perdieron el pelo pero jamas perderan las mañas, solo basta mirarlos de frente para saber que uno jamas les compraría un auto usado.
Papanuel
Exacto. Estamos vivimos un típico caso de «Para mis amigos (¿o cómplices?), todo. Para mis enemigos, la ley»
type35
Completamente de acuerdo con todos, pero no solamente los dirigentes son de terror, los participantes ya no tienen el ESPIRITU que conocimos en los 60, 70 y parte de los 80, ya no hay la camaraderia y las ganas de divertirse, (estaremos viejos, pero que linda época vivimos)
Don Richard
El espìritu amateur que se vivió en los sesenta y principio de los setenta fué liquidado por el profesionalismo y el dinero. Ahora, por unos pesos más, o una posición, son capaces de matar a un adversario: no levantan ante un accidente, los autazos son norma, no hay caballerosidad, vale todo. Recuerdo la regla que primaba en los sesenta: el que tiene la cuerda tiene derecho de paso, no había barridas de pista, no había golpes arteros, a lo sumo alguna picardía en la preparación de los motores. Y las carreras eran bastante más divertidas que las actuales. Si ahora hasta en las categorías amateur de clásicos se pegan como autitos chocadores. Se estropeó todo.
Diego_Villani
Lo que sucede en el TC es una muestra de lo que acontece en general, en mayor o menor medida, en todo el automovilismo. Aca, en USA y en Europa. Antiguamente, antes de un evento deportivo se decía «…que gane el mejor…». Ahora con diversas excusas como reducir costos, mejorar el espectáculo o invocando la seguridad, se recurre a las soluciones más disparatadas: categorías monomotor, monochassis, monogomas (y toda clase de monos), una única centralita electrónica para motores de distintas marcas, lastres para el que gana, bridas más chicas para el que tiene el mejor motor, alerones permitidos al que tiene la carrocería menos aerodinámica, etc. Hasta hubo categorías en las que el orden de largada de una carrera estaba dado por el orden inverso de llegada de la anterior (es decir, el que salió último ayer larga primero mañana!).
Así surgen categorías «de mentirita» como el TC 2000, el TC, el Top Race, etc. Total, en la tele se ve más o menos lo mismo.
Será por eso que cada vez nos gustan más los autos de antes?